Se está olvidando el contacto real entre las personas, el intercambio con los demás, nos convertimos en seres que se centran en su yo; seres narcicistas, que se olvidan de los demás, evitamos el contacto y el roce por miedo a defraudar y a sufrir. Esta sociedad está creando criaturas fofas, insípidas, asépticas, que viven a medio gas, en lugar de tirarse al ruedo y comerse el mundo. Hay gente que tiene miedo a sacar sus propias emociones o deseos a la luz, y solo se atreven a hacerlo a través de Internet.
Cuando empiezas a chatear y cruzar información con la gente, tienes la opción de decir la verdad o mentir. Da la impresión de que muchos no saben desprenderse de sus objetos mas allegados. Se describen físicamente, pero no se separan de sus coches. Mercedes, Honda, Jaguar... parecen ser unos terceros apellidos. Algunas personas son incapaces de presentarse sin hacer gala de lo que tienen. En algunos perfiles, las fotos están acompañadas de sus coches, como para molar más o para atraer más fácilmente a un posible incauto. Es un poco triste porque parece que uno no es nadie si no va acompañado de objetos materiales. Esto es una muestra de la influencia de la sociedad de consumo.
No se han planteado que la vida tiene otros aspectos como son los sentimientos, el amor, la pasión...
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