
Sólo hace falta escucharle y leerle para admirarle y asentir, para
emocionarse con su voz y su palabra escrita. Como él dijo: "Uno escribe a
base ser un minero de sí mismo”. El profundo conocimiento del ser humano
que Sampedro poseía y la lucidez de sus escritos es un legado impagable, que
seguirá ahí para la posteridad. Gran pérdida para las letras españolas.
Un ejemplo para todos de coherencia y honestidad intelectual. Modelo a seguir por todos aquellos que
creemos en la justicia social.
"Hay dos clases de economistas; los que quieren hacer más ricos a
los ricos y los que queremos hacer menos pobres a los pobres".
"Qué importa mi boca cerrada, ¡cuando piensas con el alma te
oyen!".
Mi
agradecimiento por sus libros y sus ideas
Sampedro, hombre bueno, gracias por haber honrado la especie.
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