Unos pocos días
antes del 14 de febrero, la mayoría de los hombres se convierten milagrosamente
en anticonsumistas radicales, activistas ecológicos y altermundistas que, sin
saber lo que era, quedaba bastante bien como excusa para comprar ni una jodida
y puñetera rosa roja.
Y sí, queda genial eso de que para ti todos los días es el día de los
enamorados pero da la casualidad de que para nosotras, el día de los enamorados
es el 14 de este mes. No me digas que me quieres. Demuéstramelo. Y si
me lo demuestras con un viaje de fin de semana, con una de esas piezas de
bisutería que tanto me gustan o con un ramo de flores reventón, tu testimonio
tendrá más credibilidad.
Y, para finalizar, comunicaré a todos los interesados, que los ramos de
flores gustan más si con ellos, la beneficiaria, consigue dar mucha envidia al
resto de mujeres que la rodean.
Es decir, si le llevas un ramo de flores a casa, estará bien, pero si
se lo mandas a la oficina donde todas sus compañeras puedan verlo y envidiarlo,
entonces estará mucho mejor. Que a ti te parezca una horterada no es asunto
suyo. A ella le gusta y punto.
Hasta en lo más hermoso e íntimo, como es el amor entre un
hombre y una mujer, nos dejamos manipular por clichés estúpidos y pautas comerciales.
A mí de San Valentín no me jode que las parejitas se demuestren su cariño de
una forma especial, sino ver a miles de tórtolos demostrándoselo todos de la
misma manera, como manda El
Corte Inglés. Una cosa tan personal, tan distintiva, tan cómplice,
no pueden celebrarla tropecientos mil el mismo día, en manada y siguiendo
religiosamente las consignas de un marketing casposo. Dejemos
al menos lo más sagrado para nosotros al margen de mercaderes, charlatanes y
fabricantes de sentimientos en conserva.
Yo podía haber celebrado ese día tanto hoy como ayer,
como hace tres semanas, diez meses, o hace mas de veinticinco años,
porque llevó enamorada de ti desde el mismo
día en que se
cruzaron nuestras miradas. Como han cambiado nuestras vidas desde entonces, cuanto tiempo ha pasado y cuantos inolvidables momentos hemos compartido juntos, mientras tan sólo una cosa permanece inalterable,
mi amor por ti. Dicen que hoy es el día de San Valentín, de un santo ficticio con el que celebrarla realidad de nuestros corazones,
dicen que es el día de los enamorados,
un día inventado para conmemorar la veracidad de nuestros sentimientos, pero soy tan feliz estando contigo
que por mí podrían seguir creando miles de días
artificiales como este.
Me importa bien poco que hoy nos hayan decorado el día con este escenario impuesto de cartón piedra, si al finalizar la obra, cuando el telón se baje, permaneces a mi
lado, como siempre.
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