domingo, 3 de abril de 2011

Barata?


A pesar de mi ignorancia en lo que energía nuclear se refiere, el sólo nombrarlo me eriza la piel. No puede evitar relacionarlo con Hiroshima, Nagasaki, Chernóbil...

Mi almohada con orejas pasó muchas horas explicándome lo barato y seguro de esta energía.. Que las centrales nucleares se construyen a prueba de posibles terremotos, desastres naturales y atentados. Que sus residuos son inocuos y no suponen riesgo alguno para la salud. Asegura que sus controles son fiables y que jamás se compromete la seguridad ni la salud pública a favor de su rentabilidad.

Pero no me lo creo. En uno de los países de mayor nivel tecnológico, una central nuclear arde sin control, y aquellos que se creían capaz de domesticar la energía atómica hoy solamente pueden echar agua encima. Creo que una energía tan extremadamente peligrosa como esta y capaz de descontrolarse así debería abandonarse.

La radiación no mata a las personas como un maremoto o como una guerra. Es un proceso silencioso que se extiende por tiempo indefinido. Los japoneses lo saben muy bien después de Hiroshima y Nagasaki. Lo saben los ucranianos después de Chernóbil.

Aunque la radiactividad incontrolada no altere de forma llamativa las estadísticas de mortalidad, el problema existe y es lo suficientemente importante para suscitar preocupación. Una inquietud que no se disipa con las simplistas tablas que muestran lo barata que resulta la electricidad que proviene de la fisión nuclear comparada con la de otras fuentes de energía.

Mientras tanto seguiremos convirtiendo el Planeta Tierra -nuestra casa, la única que de momento tenemos...- en una mezcla de polvorín y peligroso basurero

LAS VISITAS