domingo, 28 de febrero de 2010

HAPPY! Se llama Happy


La Peque sugirió ponerle Happy y el Pre-adolescente dio su visto bueno. Ignoraron mis sugerencias: Bicho, Cagona, Perrita, Gremlin y otros originales nombres que se me habían ocurrido. Así que se llama Happy pero cariñosamente la llamo ‘Bola de pelo y babas’ o cualquier cosa que se me ocurra en el momento.

Mi peque, todos los días cuando llego a casa, lo quiera yo o no, me hace un resumen detallado de su día incluyendo datos de como se vistió y se peinó para ir al colegio, si se comió o no toda la merienda, a que jugó y con quien, en fin un resumen muy bien detallado de todas las cosas que hizo durante el día. Pero, muy a mi pesar, llevó varios días saliendo de casa cuando, aún la peque y el pre-adolescente, están dormidos y regreso tan tarde que los encuentro también dormidos. Me acerque a mi peque y le susurré en su orejita –Cielo, cuéntame tu día. Y nada. Volví a insistir pero se dio media vuelta ignorándome por completo. Resignada me fui a por el pre-adolescente que, después de protestar, me recomendó que me fuese a dormir. Triste y compungida me acorde de mi pequeña (por ahora) Happy. Un rayo de esperanza ilumino mi triste noche. La encontré en su camita profundamente dormida, pero, en cuanto escucho mi voz, salto de la cama dando brincos a mí alrededor. La acaricié, besé y abracé y me devolvió su cariño con una meada a mis pies y lambetazos por toda la cara. Lo de las meadas se está convirtiendo en costumbre, pues cada día, en cuanto me ve se mea, cosa que me ha hecho dudar en sentirme halagada u ofendida.

Estoy muy orgullosa de la pequeña monstruito, pues ya obedece órdenes sencillas como siéntate, levántate y acuéstate. Es muy graciosa, si le ordenas que se siente y debe desplazarse, pues lo hace con el culito pegado al suelo hasta que le pidas que se levante. Cuando aprenda a planchar os aviso.

Me siento profundamente agradecida hacia esa bola de pelo y babas. No importa la hora de llegada a casa. No importa como este vestida, peinada o despeinada. No importa mi estado de ánimo. La pequeña Happy siempre me recibe con sus muestras de cariño.


miércoles, 10 de febrero de 2010

TELEOPERADORES ESPAÑOLES EN VIAS DE EXTINCION

Mi ‘sonrisa telefónica’ se agrieta cada día que pasa.

Somos cientos de personas «con hipotecas, con cargas familiares», que estamos a las puertas del paro.

Empleo basura dicen algunos, pero empleo.

Los trabajadores del sector del Telemarketing sufrimos un proceso de deslocalización acelerada que ha puesto en peligro no sólo nuestros puestos de trabajo, sino también los datos personales de los clientes.

Los trabajadores del sector del telemarketing consideramos que nuestro deber es denunciar ladesprotección que sufren los datos personales por la deslocalización de las operadoras de telefonía a Latinoamérica y Norte de África

El año pasado Vodafone solicitó 6 autorizaciones a AEPD (Agencia Estatal de Protección de Datos) dependiente del Ministerio de Justicia, para transferir los datos de los clientes y por lo tanto poder deslocalizar los servicios a Colombia, Chile y Perú.

Las empresas han optado por derivar los primeros filtros de atención a plataformas extranjeras, donde los costes laborales son mucho menores. Frente a los 800 euros al mes que gana, según convenio, un teleoperador español cada mes, los trabajadores de plataformas extranjeras están ganando 200 o 300 euros y aquí no podemos competir con eso.

La crudeza de las deslocalizaciones se hace patente al comparar las cifras de evolución del empleo en España con las del extranjero.

El traslado del servicio de atención al cliente a Latinoamérica desprecia los derechos de los clientes sobre sus propios datos, el hecho de utilizar infraestructuras públicas, de haber recibido subvenciones o las cláusulas, ya de por si abusivas de los contratos de obra.

Los datos personales D.N.I y bancarios están siendo tratados por operadores extranjeros que los pueden utilizar fraudulentamente sin ningún tipo de riesgo para ellos. Como primera medida de presión se propone los clientes extraigan los datos bancarios y soliciten a sus respectivos operadores pagar por ventanilla Bancaria, es más incomodo, pero más seguro y hay constancia de que eso a las Operadoras de telefonía no les gusta nada ya que el día 1 es solicitan el pago de las facturas, si se realiza por otro método hay de plazo hasta el día 12 del mes.

Este caso, como muchos otros, no puede entenderse como una consecuencia más de la crisis, si no de la codicia de unas empresas que constantemente des-localizan servicios a países con menor coste laboral.
Uno de los fenómenos más impactante que ha traído consigo la globalización es la facilidad con que las empresas pueden deslocalizarse, es decir, abandonar un país para instalarse en otros en donde encuentren mejores condiciones para incrementar sus beneficios. La búsqueda de territorios más favorables para la inversión ha sido una constante lógica en la dinámica de expansión del capitalismo y eso es lo que ha producido un incremento prácticamente incesante de la inversión directa en el extranjero en casi todas las épocas históricas recientes. Pero ese proceso se había llevado a cabo tradicionalmente creando réplicas más o menos exactas de la actividad anterior en los nuevos espacios, lo que no siempre ocasionaba, por tanto, el abandono de la actividad que hasta ese momento se llevaba a cabo en los lugares de origen.El análisis empírico de la deslocalización empresarial muestra claramente que hay razones muy claras que la provocan y que se resumen en la posibilidad de encontrar costes más bajos, principalmente laborales, y también un entorno más favorecedor que propicie economías de aglomeración, es decir, ahorro de recursos como consecuencia de la concentración de actividades en un determinado territorio.La justificación teórica que permite, sobre todo a los grandes líderes empresariales y a sus representantes políticos, afirmar que la deslocalización es un fenómeno positivo que hay que fomentar y estimular en aras de lograr que la producción sea “más barata y competitiva”. Dan por hecho que, con el paso del tiempo, los consumidores del espacio de donde salió la actividad podrán disfrutar de los productos que antes se obtenían allí a menor precio. Ventajas que, añadidas a las que recibe el territorio que recibe las actividades deslocalizadas, implican un incremento neto de bienestar a escala global a medio y largo plazo.Es conveniente saberlo porque por esas razones, y en contra de lo que quizá pudiera pensarse, no todos los sujetos económicos se muestran contrarios a la deslocalización. El director de uno de los organismos españoles al servicio de tales intereses, el Instituto de Estudios Económicos, recomendaba hace tres años a las empresas españolas que recurrieran a la deslocalización hacia países con mano de obra más barata, un recurso "inevitable", según este centro, para "garantizar la supervivencia" de la industria a largo plazo (El País, 20/12/2005).La realidad y el propio comportamiento de las empresas que se deslocalizan muestran, sin embargo, que esos análisis tienen poco fundamento científico.No hace falta ser un genio de la economía para entender que condiciones de ese tipo se podrían dar sólo en condiciones muy excepcionales. Lo que efectivamente hoy día sabemos con total seguridad, aunque no se quiera aceptar por quienes defienden la asimetría y el privilegio con que actualmente se actúa en los mercados internacionales, es que para evitar pérdidas netas de bienestar es imprescindible regular con mucho acierto todos esos movimientos y evitar que se produzcan con total y desordenada libertad. Si no se regulan bien, como ocurre en la actualidad, cuando las empresas campan libremente a la búsqueda de beneficios más elevados, lo que se producen son situaciones de gran asimetría, un incremento global de la desigualdad y pérdidas muy traumáticas de bienestar en los lugares de donde salen las empresas, sin que lo beneficios recibidos en los territorios a los que van sean sustanciales ni compensen al daño que produce la deslocalización.
En realidad, la deslocalización empresarial no es peligrosa y dañina desde el punto de vista del bienestar por el efecto concreto que suponga la pérdida de unos cientos de miles de empleos sino porque se constituye como la amenaza constante y directa, como un instrumento de chantaje que pesa sobre todos los demás trabajadores: si no se está dispuesto a aceptar condiciones de trabajo más exigentes, subidas de sueldo más moderadas, mercado laboral más flexible, moderación impositiva o a liberalizar los horarios comerciales, entre otras condiciones, las empresas podrían decidir irse a otra parte. Y podrán irse si quieren
Es difícil encontrar un argumento más decisivo para imponer a los trabajadores esas condiciones laborales. Como sorprendente es que haya quien piense que de esta manera se logran efectos globales de incremento en la actividad y el bienestar social.La destrucción del empleo en España es una constante, y la precariedad del mismo otra. A la larga, lograrán que estemos todos tan desesperados por trabajar que aceptemos cualquier condición de empleo

lunes, 8 de febrero de 2010

Edificio Cerdeña. 5


Un día María no despertó. Cuando mi madre me aviso subí corriendo las escaleras para estar con Gerónimo. Le encontré triste, abatido. Ya no parecía tal alto. Mientras escribo no puedo evitar la tristeza. Estaba sentado en nuestro sofá ojeando un álbum de fotos muy viejo en el que aparecían los dos hermosos, felices y muy jóvenes. Me senté junto a el y me contó cómo se conocieron y se enamoraron. Sus aventuras en los tiempos difíciles que les tocó vivir y cómo esa mañana se acerco a María para despertarla con besos, como hacía siempre, y se dio cuenta de que ella no volvería a despertar a su lado. Permanecí junto a él hasta que su familia se lo llevó. Unos días después pasó por mi casa para despedirse. Me dijo que lo llevaban de regreso a España, a su añorado Euskadi pero, antes de irse, para que nunca le olvidase, tenía un regalo para mí. Me entrego una caja con seis libros de literatura clásica que aún conservo.
Y espero haber cumplido, pues no los he olvidado.

jueves, 4 de febrero de 2010

Edificio Cerdeña 4ª parte

En el 6º piso vivía un matrimonio de origen Vasco que había salido de España a causa de la Guerra Civil. Con una casa mas parecida a un museo que a un hogar. Lleno de hermosos objetos, libros y cuadros. Vivian solos y no recuerdo que recibiesen muchas visitas. Gerónimo. Un hombre muy alto (o al menos esa era mi percepción tomando en cuenta que yo no llegaba al metro y medio) Mi padres solían comentar entre cuchicheos que, durante la guerra, fue perseguido por su ideología política- De guerras conocía lo que se veía en las películas o por los comentarios de mi abuelo materno. Así que el tema política y guerra, despertaba mi imaginación. Lo veía como un espía que observaba todos mis pasos y en cuanto me pillase en algo que fuese en contra de sus ideales, vendría con un grupo de hombres uniformados y me detendrían por insurgente. Era un hombre serio con un vozarrón que te hacia temblar solo de escucharlo y en el fondo era un viejito encantador. Siempre elegante e inseparable de su bastón y boina negra. María, su mujer, en cambio, era pequeña delgada y con vientre ligeramente abultado, con olor a dulce. Me parece increíble la memoria de los olores. Con que nitidez la recuerdo, sobre todo cuando entro en una chocolatería, de inmediato la memoria me transporta hasta María, a mi cabeza en su barriga, a sus manos acariciando mi pelo y a su olor a galletas y al chocolate caliente que solía prepararme.
En todas las habitaciones de la casa había libros. Hermosos libros con páginas amarilleadas por el tiempo con fechas de edición que, en muchas ocasiones, superaban con creces los cien años.
Esa casa tenía poder de atracción sobre mí. Muchas veces me escapaba de casa y subía. Me dejaban escoger un libro. Nos acurrucábamos en un viejo sofá a leerlo mientras saboreábamos una rica taza de chocolate caliente.
Recuerdo un día, mis padres, angustiados porque no me encontraban, me buscaron en donde se supone que una niña pequeña podría estar. Aún no conocían mis escapadas al 6º piso, Después de buscarme en todos los rellanos y en las casas en donde vivía mi pandilla, por última opción y sin muchas esperanzas de que allí estuviese, se les ocurrió tocar la puerta de María y Gerónimo. No podían imaginar que ese hogar podría tener algún atractivo para mí.
Pasaron algunos años y mis escapadas se convirtieron en costumbre y después de agradables tardes de libros, galletas y chocolate, llego un triste día…

martes, 2 de febrero de 2010

Edificio Cerdeña. 3ª Parte


Leyendo a mi amiga, la maravillosa escritora Mar Solana, me he puesto a meditar en dónde y cuándo se inició el gusto por la lectura. Tal vez sea algo que ya nace contigo y que solo necesita un empujoncito como el de un padre amante de la lectura que sumerge a su hijo en las aventuras atrapadas en las páginas de un libro. En casa lo más cercano a la lectura fue mi mamá leyendo la revista Hola o mi papá leyendo el Marca, aunque debo admitir que siempre me compraban cómics junto con esas “interesantes publicaciones”. Pero, aún recuerdo mi primer libro: Piel de Asno. Vale, era de cuentos pero tenía muchísimas páginas y muy pocas ilustraciones. Fue obsequiado por la abuelita de mi mejor amiga que vivía en el 5º piso. Una mujer preciosa a pesar de su avanzada edad, inteligente, llena de conocimientos y anécdotas de su vida que en ocasiones compartía con nosotras. Su esposo era un artista que ya, en sus últimos años, padecía una enfermedad que le limitaba los movimientos, obligándole a desplazarse en una silla de ruedas. Prometió pintarme en un cuadro, pero, murió antes de cumplir esa promesa. Pero lo mas genial, divertido y fantastico eran los nietos, en especial Elena. Mi compañera de aventuras, travesuras, juegos. Mi mejor amiga. Nacimos con una diferencia de cuatro días. Nos encantaba imaginar a nuestras madres embarazadas y dando a luz casi al mismo tiempo. Nos unían tantas cosas como las que nos separaban. Supongo que las grandes amistades son así. Era muy guapa y simpática pero nunca entendió que me gustase mas leer un libro que jugar con ella a las muñecas. Una Navidad, su abuela, regalo a todos los niños del edificio, incluida Elena, muñecas, cochecitos, o sea, lo típico para cada edad. Tenía 6 años y mi regalo, como ella me lo hizo saber en un susurro a mi oído, era el mas especial de todos. Y en efecto, así fue. Era un libro, ‘Piel de Asno’, mi primer libro de tapa dura, magníficamente encuadernado y, para asombro de todos, tenía muchísimas páginas y muy pocas ilustraciones. Siempre me acuerdo lo brillante que se veía encima de mi mesilla de noche cuando reflejaba la luz de mi lamparita. Lo leí tan rápido y tantas veces que era capaz de recitar cada palabra. Y creo que fue en ese preciso momento en que me aficione a la lectura.

lunes, 1 de febrero de 2010

Un nuevo miembro en la familia


Hola de nuevo. Tenía tiempo sin escribir pero, es que he estado muy ocupada.
Me gusta planificar las cosas, sopesar pros y contras de las cosas importantes de mi vida, pero también me consideró muy capaz de hacer frente a los imprevistos. Y justo a principio del mes de diciembre se me presentó un imprevisto. Un imprevisto peludo, mordedor y fabricante de cacas.
Suelo compararla con lo que debe sentirse al tener un hijo no deseado: no la buscabas, no es lo que querías, pero es tuya y apechugas con lo que te toca. Todo se lo debemos a mi hermosa y querida hermanita, que, conmovida por las suplicas constantes de sus sobrinos, adopto al primer chuchin que se cruzó en su camino. Nos llamo para darnos la sorpresa mucho antes de Navidad. Se preocupo por comprarle todos los accesorios: Bolso para transportarlo, mantita para abrigarla, comedero decorado, juguetes y un saco de comida para cachorritos. Un cachorrito así, pobre criatura destetada con solo un mes y medio, haciéndome chantaje emocional… Debíais haber visto la cara de mis bajitos cuando se apareció la tía con el cachorro en los brazos… y debíais haber visto la cara de la almohada con orejas que se quedo pálido y mudo. Le entiendo, él nunca a tenido perro y no a disfrutado la maravillosa experiencia de tener un cachorro correteando a su lado.
Resulta que nuestra cachorrita es de raza indefinida. A pesar de que la titi Loli (mi hermanita) dice que le aseguraron que es de raza pequeña, ya que estaba en conocimiento de que queríamos un cachorro pequeño, lo pensaba adquirir por kilo, ya sabes no mas de tres o tres y medio kilos de perro, blanquito, con la naricita chatita, o sea, pijo de la muerte. Pero este cachorro, no se yo, pero me tiene toda la pinta de perrote. Al llevarlo al veterinario, este nos ha dado pistas del tamaño de mi chuchiña. Me ha dicho: Marta, puede ser que no crezca mucho, pero, por si acaso, vete comprando una montura!
Me cachis en la mar salá! Resulta que la pequeñita es una mezcla de Mastín con Pastor. Últimamente me acuerdo de mi hermana con más frecuencia de lo habitual. Claro señorita la perra es pequeña porque tiene un mes y medio de nacida!
Me han recomendado ir a la perrera y cambiarla por un perro pequeño. Sólo de imaginarlo se me rompe el corazón, nunca sería capaz de dejarla.
El llegar a casa a limpiar cacas de perro me tiene agotada. Debíais escuchar al pre-adolescente y a la peque discutiendo: -Oye la perra se ha hecho caca, te toca recoger a ti que yo lo hice la última vez!
Y luego la costumbre de morder. Tenemos los brazos que parecen un mapa. Le compraron juguetes de goma, pero prefiere mordisquear los brazos de la pequerrecha, las patas de las sillas y cualquier cosa que se encuentre cerca de sus mandíbulas (esta mañana se ha desayunado, literalmente, el mando de una TV) El pre-adolescente, como loco, ha estado toda la mañana buscando el dichoso mando, hasta que le he contado lo sucedido, y me pregunta cómo podrá estar en la cocina sin TV. Todo lo que entra tiene que salir. La solución, mi niño, es que esperes las próximas cacas y rescates los trocitos del mando a ver si puedes volver a armarlo. Demás está decir que no le ha gustado la idea.
Pero lejos de los mordiscos, las cacas y sus paseos neuróticos por toda la casa, golpeando a su paso todo lo que se le atraviese incluyendo las paredes, nuestra mayor preocupación es la aceptación por parte de la almohada con orejas. Es insoportable escucharlo de la mañana a la noche gruñendo, protestando. Hasta llego a decir que la perra o él, a lo que la pequerrecha, con toda seriedad, le contestó: Bueno papi seguro que te extrañaremos muchísimo.
Aunque, siempre que le toca hacer la compra, se toma muchísimo tiempo en escoger los mejores alimentos para la cachorrita. Cosa que nos parece un poco contradictorio con sus protestas.
Bueno esperamos que la loquita aprenda deprisa. Por ahora ha asimilado algunos conceptos como “no te subas al sofá si la almohada con orejas está delante”

LAS VISITAS