sábado, 26 de enero de 2013

Onomatopeya de un silbido

¿A qué mujer no le gusta recibir piropos? Por supuesto no hablo de los piropos vulgares y groseros que suelen soltar algunos hombres. Hablo de piropos lindos, que nos hacen sentir la mujer más hermosa del mundo.
¿Qué tal los halagos sinceros hacia la forma en que haces tu trabajo? También nos gusta recibir ese reconocimiento.
¿Fue necesario el jueves pasado ese “MADRE, Alámbrate el culo que te compro una hectárea”?
Sin mencionar otros de estos últimos tiempos, tales como:
“Nena, qué lindo culo que tienes, que yo no me entere de que le estas haciendo pasar hambre.” Imbécil, me recitó el “poema” una cuadra y media, si se ríe todo el mundo a mi alrededor menos yo, no soy feliz!
Otro:“Te hago un camisón de baba” (Qué asco, me revolvió el estómago)
 Juro que hay algunos “piropos” que rozan el insulto. Es más, haciendo memoria, generalmente las cosas que me gritan terminan siempre con el vocablo "ota" y si terminan en "ota" : ¡Es insulto!. A saber: grandota, bebota, muñecota, hermosota... falta idiOTA y cantamos bingo!
Los hay que, sin poder evitarlo, me han hecho reír: -¡Dime cómo te llamas y te pido para los Reyes! -¡No te lo vas a creer, pero hace treinta segundos yo era maricón!
¿Que pasó con las épocas de la galantería? ¡ Tanto más ganarían!. Es más, generalmente estoy de muy buen humor, y un buen piropo lo recibo con risa gustosa.
Por ejemplo, el otro día me preguntaron:
“¿No necesitas un esclavo?”.Casi que lo pensé y todo.
"Mamá, ¡qué camión!" (¿Qué pasó con el complejo de Edipo mal superado?, poner el "madre, mamá, mamita por delante ¿ayuda en algo?, y por lo de "camión" ¿qué?)
Chicos, acá va mi consejo... cuando quieran de verdad piropear a una chica.
Aplaudan cuando pasa a su lado.
Sílbenle el típico "fuiii fuiiiiuuu" (¿cómo se escribe el sonido de un silbido?)
Díganle "Diosa." o simplemente un: “Muy buenos días señorita”, con mucha galantería.
Cédanle el asiento si pueden.
Acérquense y a secas díganle: “Quiero que seas mi esposa”
Usen la frase infalible: “¡Que bonita que eres!”, esa allana el camino y derrite hasta el corazón mas gélido!
Me acuerdo de los primeros piropos. Caminaba por el centro y un hombre me gritó algo; no le escuché bien porque escuchaba musica. Me quite los cascos de mala gana y le pregunté “¿Qué?”, pensando que me iba a decir algo muy importante. Me repitió lo que me había dicho antes, “¡guapa!”. Le miré con cara de asco, molesta porque me había interrumpido una canción buenísima de Metallica. También, el hombre tenía sus 50 años y no era nada atractivo; seguro que eso afectó un poco mi reacción a su piropo nada amenazador. No entendía porque los hombres tenían que gritar a las mujeres así. En mi época de estudiante, yo era plenamente feminista; veía los piropos como insultos machistas, mirando a las mujeres como meros objetos y nunca me quedaba callada: “¡a tú madre, guarro!
Menos mal que con la edad la gente cambia y a veces para mejor, o por lo menos espero en mi caso. Hace poco, estaba andando frente a un grupo de obreros; todos me miraban y yo estaba en la gloria, estaba recibiendo atención que normalmente no recibo al ser madre de dos niños que suelen acompañarme. Este día estaba sola, así que cuando uno me dijo “hola chata,” me paré y le dije, “hola, ¿cómo estás?” Yo sabía, ya con la sabiduría de mi edad, que los piropos no iban más allá de un simple comentario de admiración, reconocer que alguien es atractiva en ese momento fugaz. Lo que no esperaba el grupo es que yo les respondiera. El que mi hizo el comentario se quedó con la boca abierta, y tartamudeó, “bb, bien, gracias,” señal de que yo había roto las reglas del juego. Los piropos no hay que responderlos, simplemente escucharlos.
Ahora me hace mucha ilusión cuando alguien me lanza un piropo de los bonitos; que el hombre tenga 80 años y sin dientes, no me importa, por unos instantes vuelvo a tener 20 años y me siento muy atractiva y me hace reír. Ya no hay muecas de asco de mi parte, simplemente una sonrisa.

 “quisiera ser bizco para verte doble”. “Vete por la sombrita, mamita, que el sol derrite los bombones“.
¿Y cuándo el piropo viene de alguien a quien amas?
Últimamente he recibido algunos piropos hermosos, que han hecho que mi corazón salte de felicidad.
-Eres lo que más quiero
-Tú eres lo que me hace sentir feliz
-Cuando estoy triste y me abrazas me siento mejor
-Me gusta estar contigo
-Eres lo mejor de mi vida
¿Te parecen simples? ¿No muy rebuscados? Sí, son piropos sencillos. ¿Sabes por qué me gustan tanto? Porque me los dieron mis hijos.

1 comentario:

  1. Te dejo uno que me atormentó a los 16 años, en una esquina de Madrid: "Nena, si echaras cabeza como echas culo, te dirían cabezona". No sé cuánto corrí ni a qué velocidad.

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