lunes, 29 de junio de 2009

LO EFIMERO DE LA BELLEZA

Me impresiona mucho la importancia que se le da a la apariencia física hasta llegar al punto de someterse a radicales tratamientos y hasta dolorosas operaciones quirúrgicas para cambiar de aspecto. Una nariz prominente, unos pechos pequeños e infinidad de otras cosas con las cuales no estamos satisfechos y queremos cambiar a toda costa. En la Adolescencia, época delicada, llena de inseguridades, es cuando te das cuenta de tus “imperfecciones”. Recuerdo mi caso, odiaba mi nariz, mi trasero, entre otras cosas y, a pesar de la opinión de mis conocidos, los cuales me aseguraban que no había nada malo en mi aspecto, si hubiese tenido la oportunidad, me habría operado de los pies a la cabeza. Hoy me veo y veo las fotos de aquella época y me doy cuenta que todo era inseguridades inherentes a la edad, pues no había nada malo en mí. Pero quién te lo podía hacer entender entonces?. Aunque me aseguraban que era bonita, mi imagen en el espejo me mostraba a una persona llena de imperfecciones. No sé de quien es la culpa, si son los estereotipos de belleza que vemos en publicidades, cine, televisión, etc. o simplemente no estamos conformes con nuestra apariencia.
No critico, todo lo contrario, considero que si algún aspecto de tú apariencia no te hace feliz eres libre de cambiarlo. Pero hay que tomar en cuenta que no todo el mundo tiene la posibilidad de someterse a un cambio drástico, pues suelen ser costosos y también se debe considerar si realmente es un defecto con el cual no podamos aprender a vivir. Al fin y al cabo recuerda que la belleza es según el cristal con que se mira y te aseguro que dentro de diez años veras una foto de hoy en día y pensaras con orgullo: Joo! Pero que buena que estaba!


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