sábado, 17 de octubre de 2009

Perdóname por llegar tarde

Lleno la bañera con agua templada. Desnudo a la peque y la meto en la bañera. Mientras tanto voy detrás del pre-adolescente para que se duche. Vuelvo a la peque, que ya está arrugadita por el remojo, la enjabono y enjuago. Vuelvo a donde el pre-adolescente para decirle que se duche. Regreso a mi peque y la saco de la bañera, la seco y la traslado a su habitación. Vuelvo a donde el pre-adolescente. Uff! Por fin está en la ducha. Cuando sale el pre-adolescente, entra en la ducha la almohada con orejas. Aprovecho y me meto también para ahorrar agua, pues últimamente tengo mi conciencia ecológica muy desarrollada, pero, mala idea, la cosa se complica, y una ducha de 10 minutos termina siendo de 40. Al fin logro escapar y vuelvo a la peque, le pongo la ropa, mientras, en volandas, la llevo arrastrando a la habitación del pre-adolescente que lleva 30 minutos luchando con un mechón de cabello sobre su frente y le indico que se vista. Voy al tocador, siempre con la peque colgando de un brazo y, mientras le coloco el vestido, me aplico la mascara de pestañas con el riesgo de meterme el cepillo en el ojo. Termino de vestir a la peque y de maquillarme al mismo tiempo. El pre-adolescente ha conseguido dominar su flequillo, Bieeeen! Mi almohada con orejas ha decidido ponerse precisamente el único pantalón que no está planchado. Pues nada, me resigno y comienzo a planchar. Mientra lo hago contesto a las preguntas: ¿dónde está esto? ¿dónde está lo otro?
Después de 3 horas, agotada y desgreñada, contemplo con satisfacción mi obra. Que guapos me han quedado!


3 comentarios:

  1. Mas verdad que un santo hija mía,a mi me entran los siete ataques cada vez que tengo que salir de casa,pero que le vamos hacer,es la maldición de las mamás o bendición según se mire.;)

    besitos

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  2. Como me suena jajaj, pero vamos mucho mucho.
    Besos

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  3. Hola es la primera vez que comento en blog, pero que decir con esta historia no cabe duda de que las mujeres soys unas luchadoras, pero como tu bien dices que guapos te han quedados todos.
    Fenomenal.

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