miércoles, 7 de octubre de 2009

VIDA DESPUES DE LA VIDA

Ayer estaba pensando en el tan traído y llevado tema de Terri Schiavo, la mujer cuya familia se enfrascó en una lucha legal para que les autorizaran (o no) la eutanasia y no pude evitar decirle a mi almohada con orejas: -“Por favor, si algún día me llegara a pasar algo así no me dejen conectada por años!” Y de pasada le recordé que ya doné mis órganos, que si el Centro de Donadores de Órganos no se acuerda, se lo recuerde él. He visto tanta gente que muere esperando un órgano, que me parece egoísta querer conservarlos una vez muerta. ¿Porqué no darle vida a otras vidas si tú ya no lo necesitas? No sé porque pero no nos gusta pensar en la muerte, yo de hecho no la había enfrentado tan de cerca hasta el año pasado pero me hizo concientizarme de muchas cosas y una de ellas es que lo más preciado que tenemos es nuestro día a día. No hay como gozar un tibio atardecer, ver jugar a un niño, escuchar el mar o sentir el beso de unos labios cálidos y suaves. ¡Vivamos la vida al máximo!

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