sábado, 31 de octubre de 2009

Hay días que me encuentro divina, y días que paso de buscarme porque no me encuentro.


En este mundo que se lucra de las inseguridades femeninas.......(Celulitis. Córtate las venas antes de sufrirla.......Estrías. Si tienes no volverás a ligar en tu vida......Pelos...aaaagrrrr mona peluda electrochocate con láser. ......Opéeeeeerate. Opérate. Reduce, corta, aumenta.....) y demás mensajes apocalípticos que subliminalmente (o descaradamente) nos vende la publicidad. Que en resumen, vienen a decir entre todos......."mujeres normales, banda de desgraciadas, odiaros a vosotras mismas por no ser perfectas".
Pues en este mundo que se pasa el día escupiéndonos a la cara defectos que no tenemos, a base de hacernos compararnos con perfecciones que no existen, me encantan los hombres que me ayudan a contrarrestar la influencia de lo bofetones morales ( y eso que a mi me pasan bastante de refilón, creo he híper desarrollado el escepticismo hasta convertirlo en el santo patrón de mi cuarto de baño. San Escepticismo Publicitario se llama). Son esos hombres que te repiten lo que les gusta de ti, los que te miman y te hacen sentir como la mujer más importante del mundo para ellos. Aunque sea solo en ese momento. Los que te cuentan las sensaciones que produces en ellos. Los que te acarician los lugares arañados por los mensajes nocivos.
Me encanta que me ronroneen, que me mimen y me digan constantemente susurrándome al oído que soy alguien que significa algo.
Pero supongo que no estoy contando nada original, a todo el mundo nos gustan las mismas cosas.
Nos encanta sentirnos deseados, queridos y a poder ser, imprescindibles, aunque solo sea para alimentarnos el ego y la autoestima, y poder seguir flotando en nuestro propio limbo privado. Es verdad que para quien no se quiere a si misma es inútil cualquier cosa que digas, pero para quien sí lo hace o lo intenta...oírlo en boca de otros, sobre todo si esos otros son importantes para ti.....Es un regalo.
Así que gracias a los hombres que cuidan de que te sientas bien, a los que conocen el valor de las palabras y de los detalles nimios y a los que se esfuerzan con actos tan simples, y tan íntimos, como lavarte el pelo a la luz de una vela.
Pero es que mientras otra puede estar pensando que necesita ir a que le hagan las uñas, igual ese momento yo estoy pensando que tengo que doblar calcetines. Tengo una vida, una familia, unos amigos fantásticos, y la verdad, si tuviera que estar divinísima, perdería el tiempo de disfrutarlos, enterrada en productos, lociones y demás potingues milagrosos. Y si me apetecen unos huevos fritos con patatas, me saben a gloria, no a culpa.

5 comentarios:

  1. Hola Marta:

    Creo que las crisis tienen su encanto. Aprovechala.

    Por mi parte quiero pertenecer a ese grupo de hombres que repiten lo que les gusta de ti, que te miman y te hacen sentir la mujer mas importante del mundo.Porque creo que hay argumentos sobrados para hacerlo.

    Me gusta como lo describes

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  2. Gracias a Dios, no todos los Hombres ,se dejan engañar por una portada retocada en una revista o un anuncio de televisión,estos hombres son inteligentes y sabios.

    Tienen la suficiente perspicacia para darse cuenta de lo que es plástico y de lo que es real.

    Aunque las mujeres, que no nos dejamos engañar por tanta pamplina televisiva, tenemos también mucho merito.

    Me ha encantado este post,lo describes muy bonito.

    Besitos guapa

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  3. Y tu lo has dicho, eres una mujer de verdad... nada de foto de revista retocada... una mujer que disfruta de lo que verdad importa y que por lo tanto disfruta de ella misma.
    un beso preciosa.

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  4. Muy bueno Marta, las mujeres de carne y hueso disfrutamos de lo auténtico y la mayoria de los hombres tambien, a mi me encanta cuando mi amor me dice que estoy guapisima cuando hasta dormida y cada dia me siento ¡que ya quisiera cualquier modelo de estas que apetece darles bocata jamon!.
    Besinos ¡GUAPA!!

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  5. ¡Jajajajajaja, sí señor, Marta, a por ellos (los publicistas marketinianos cometarros ;=)...) que eran pocos y cobardes!!

    Me encanta como nos hablas de algo tan sencillo en esta vida como es disfrutar de los pequeños detalles, de las comidas deliciosas y del Amor de los nuestros, desterrando la superficialidad de un mundo que se empeña en que seamos unas mujeres 60 90 60, boca profident, pelo champú del año, ojos de ópticas unidas y ropa y complementos de marca, ¡claro! Mientras tanto yo me uno a tí y mojo un buen pedazo de pan en la yema de un delicioso Mmmmmmm huevo frito ;=))

    Un besote, wapa

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