Mi libro de la semana

Hacía tiempo que no recomendaba un libro y, mira por dónde, ha sido uno sobre cocina. El libro se titula Con la cocina no se juega y su autor es David de Jorge.

David de Jorge define su trabajo como «pura exaltación de la gula y el jovial disparate» que reivindica «la buena comida sin fantochadas y con buenos ingredientes: el milagro más seguro. Una gastronomía con sentido común que desenmascarará a los egochefs más horteras».

A partir de esta declaración de intenciones, el objetivo de este libro es componer un excepcional menú de infinitos platos que pueden combinarse con libertad absoluta: breves piezas que nos hablan sin solemnidad de vinos, aceites, mercados, platos, cocineros, restaurantes y comilonas, elaboradas con un lenguaje coloquial y desenfadado, irreverente en ocasiones y siempre inteligente. Una invitación al disfrute de los placeres cotidianos: amistad, amor o literatura, celebrados alrededor de una mesa y con la comida como eje de una experiencia múltiple, completa y, sobre todo, divertida.

En la tercera página:"Ensalada, que los más cursis preferirán templada y salpicada de vinagre de Módena reducido, el mejunje carburante de toda cocina con ínfulas". A partir de ahí, uno tras otro: "Hablar en serio de gastronomía es una memez y no vale la pena, goza pues y disfruta"; "¿a quién agrada hoy que lo reciban en la mesa un frío mediodía de invierno con un consomé granizado helado de culo de pollo y sus tres trufas? ¿Es que no hay caldo caliente en la cocina? ¿Quién soporta comidas de tres horas?" ; "me río yo del gellan, la kappa, la iota, el agar y su primo el metil"...

Es un libro para los amantes de la cocina sin bobadas. Si, por el contrario, aún cree que los egochefs son representantes de Dios en la tierra, pues que le sirvan morcilla malagueña; esferificada y en platito cuadrado, claro está.