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Que bonito es llegar a casa y quejarse un poquito solo por el mero hecho de que te consientan y te prodiguen tiernos mimitos para alegrarte el día. Pero en cuanto dices: -Hay que cansada estoy!; qué recibes por contestación? Apoyo, comprensión, un masajito en la espalda? Pues no! lo que contestan es: Jo, pues yo estoy reventado!. Claro, será que en vacaciones, darle a los botones del mando de la Tv en un esfuerzo sobrehumano.
Y si te quejas de dolor de cabeza, qué te contestan? _ Pues yo tengo un dolor de cabeza desde hace tres días y no se me da quitado!.
Al final, cansada de tus propios achaques y de descubrir que siempre son mucho peores las dolencias de mi almohada con orejas, compruebo que me supera en quejicoso, opto por decirle: -Sabes qué? pues a mí me duelen los ovarios, tengo los pechos inflamados y tengo dolores menstruales, Pedazo de hipocondriaco!
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