lunes, 4 de mayo de 2009

ESPERANZA


Me encanta saber que no sólo yo sino muchas personas no somos del todo indiferentes, ni del todo insensibles, ni cerramos los ojos al mundo que nos rodea y que, dado como están las cosas, nos desconsuela y nos avergüenza quizá ser parte de la raza humana.
Me maravilla mirar el cielo lleno de estrellas, me llena de paz y me hace dar cuenta de lo insignificantes que somos en medio de tanta inmensidad. A la vez, que muchos miran al cielo pidiendo respuestas al porqué de tanta miseria, de tanta hambre, de tanta guerra y de tan cruel destino. ¿Seremos ingenuos al pensar que podrá acabar algún día esta situación? Sólo nos queda la esperanza de que nuestros deseos de un mundo mejor se conviertan en realidad. Un mundo que reconozco, que amo y contra el cual me rebelo. Me siento identificada, rodeada de días mediáticos, dedicados a la mujer trabajadora, al padre… Me miro en el espejo y éste me devuelve unas eternas ojeras que, ni el corrector de ojeras que me regalo mami, consigue borrar, porque nacen de dentro. Nacen de ese sentimiento de culpa, mientras pienso que no dedico suficiente tiempo a mi familia cuando participas en la reunión semanal del trabajo y luego te lamentas de no haber estado nada brillante en el trabajo mientras cenas con tu familia. Pero sigues ahí, intentando ser esa fantástica mujer de los anuncios. Pero este es mi mundo y doy gracias por que no tengo que vivir escondida dentro de una cárcel llamada burka y mi hija de 8 años no sabe qué es una ablación, y puedo caminar al lado de mi pareja y hablar de la vida, y no perseguir sus huellas con la cabeza agachada.
Si algo ha hecho mover el mundo han sido la gente que, en contra de la opinión de la mayoría, han emprendido un camino con fe pese a que, aparentemente, había pocas posibilidades de éxito.
Si algo ha hecho cambiar el mundo han sido la gente que, les ha movido el bien de la humanidad antes que el dinero.
Si algo ha hecho mover el mundo han sido la gente que, se ha equivocado mil veces por alcanzar lo inalcanzable.
Yo desde este momento voy a intentar coger una estrella del cielo, contar las arenas del desierto, arar la superficie del mar, hacerme un colchón de nubes, volar solo con la fuerza de mis brazos, cultivar un tulipán negro, cuadrar un círculo, encontrar el vellocino de oro, descubrir Shangri-La y El Dorado y ver al Celta campeón de la Liga.
¿Me llamas utópica?, Si y a mucha honra. Busco lo imposible. Yo soy así.

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