viernes, 22 de febrero de 2013

Hogar dulce hogar?




Ese señor que de seguro tiene su casa, su poder, sus hijos en la universidad, su sueldo seguro y su cena cuando llega al famoso "hogar" no tiene ni idea de lo que significa perder algo tan digno como es la posibilidad de tener un trabajo y llevar a su familia la tranquilidad de tener esas cosas que son tan básicas y parecen tan inalcanzables para nosotros su pueblo. Los derechos sociales y las garantías son parte de un país democrático, eso es demagogia y no lo culpo a usted señor, porque a lo mejor su sombrero tiene tanta sombra que no le deja ver el sol.
Si la dación en pago fuera una realidad, los bancos solo darían el crédito del valor real de la vivienda, por lo cual, el comprador, tiene que negociar el precio con el vendedor y bajarían los precios de mercado a valores reales. Hay una circular de los bancos en que una familia NO puede hipotecarse más del 30 % de sus ingresos, cosa que nunca han aplicado, para poder embargar a deudores y revender los inmuebles en el mercado de nuevo. Es el gran engaño del siglo.
Me hace gracia que se diga que la dación en pago podría dañar el acceso a futuros préstamos... Pero qué prestamos? Si todo el dinero inyectado a la banca hasta ahora no se traduce en préstamos, sólo sirve para pagar "ad eternum" la deuda contraída de esas cajitas con bancos e instituciones europeas.
A lo mejor debería revisarse el concepto de hipoteca. En una hipoteca, la garantía es el bien y por tanto, si uno deja de pagar, el prestamista se queda con el bien. Lo que pasa que aquí llamamos a las cosas como nos da la gana cuando queremos decir otra cosa (la que les conviene, claro). La banca tiene que asumir su responsabilidad en este desastre y de esta manera aprenderá que lo de inflar las tasaciones les puede explotar en las narices... y es lo que merecen.

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