miércoles, 13 de febrero de 2013

San Valentín


Unos pocos días antes del 14 de febrero, la mayoría de los hombres se convierten milagrosamente en anticonsumistas radicales, activistas ecológicos y altermundistas que, sin saber lo que era, quedaba bastante bien como excusa para comprar ni una jodida y puñetera rosa roja.
Y sí, queda genial eso de que para ti todos los días es el día de los enamorados pero da la casualidad de que para nosotras, el día de los enamorados es el 14 de este mes. No me digas que me quieres. Demuéstramelo. Y si me lo demuestras con un viaje de fin de semana, con una de esas piezas de bisutería que tanto me gustan o con un ramo de flores reventón, tu testimonio tendrá más credibilidad.
Y, para finalizar, comunicaré a todos los interesados, que los ramos de flores gustan más si con ellos, la beneficiaria, consigue dar mucha envidia al resto de mujeres que la rodean.
Es decir, si le llevas un ramo de flores a casa, estará bien, pero si se lo mandas a la oficina donde todas sus compañeras puedan verlo y envidiarlo, entonces estará mucho mejor. Que a ti te parezca una horterada no es asunto suyo. A ella le gusta y punto.
Hasta en lo más hermoso e íntimo, como es el amor entre un hombre y una mujer, nos dejamos manipular por clichés estúpidos y pautas comerciales. A mí de San Valentín no me jode que las parejitas se demuestren su cariño de una forma especial, sino ver a miles de tórtolos demostrándoselo todos de la misma manera, como manda El Corte Inglés. Una cosa tan personal, tan distintiva, tan cómplice, no pueden celebrarla tropecientos mil el mismo día, en manada y siguiendo religiosamente las consignas de un marketing casposo. Dejemos al menos lo más sagrado para nosotros al margen de mercaderes, charlatanes y fabricantes de sentimientos en conserva. 
Yo podía haber celebrado ese día tanto hoy como ayer, como hace tres semanas, diez meses, o hace mas de veinticinco años, porque llevó enamorada de ti desde el mismo día en que se cruzaron nuestras miradas. Como han cambiado nuestras vidas desde entonces, cuanto tiempo ha pasado y cuantos inolvidables momentos hemos compartido juntos, mientras tan sólo una cosa permanece inalterable, mi amor por ti. Dicen que hoy es el día de San Valentín, de un santo ficticio con el que celebrarla realidad de nuestros corazones, dicen que es el día de los enamorados, un día inventado para conmemorar la veracidad de nuestros sentimientos, pero soy tan feliz estando contigo que por mí podrían seguir creando miles de días artificiales como este. Me importa bien poco que hoy nos hayan decorado el día con este escenario impuesto de cartón piedra, si al finalizar la obra, cuando el telón se baje, permaneces a mi lado, como siempre.

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