viernes, 1 de febrero de 2013

Si existe!


En los breves momentos que sacamos durante las ocho horas de trabajo para conversar, filosofar, contar chistes y hasta cantar con mis compañeros, se ha tocado el tema de la existencia del amor. Soy defensora acérrima del  amor, el romanticismo y la felicidad.
Tal vez el problema es de la altura del listón que colocamos cada uno y lo que esperamos de una relación. Para mi basta con compartir el desayuno y la cena de lunes a domingo,  rozar los pies a mitad de la noche, despertar envuelta en su abrazo, escuchar un "te amo" en el momento más ordinario de nuestra rutina cotidiana...
Cuando veo una pareja de personas mayores que se dan la mano o intercambian una mirada cómplice creo que el mundo se reconforta. Tras muchos años de vida nos queda claro que lo más importante de este mundo es el amor. Y malo cuando se deja de creer en ello. Los resultados suelen ser catastróficos.
El secreto es caminar en la misma dirección, pero no es necesario que opinen igual en todo ni que quieran las mismas cosas, sólo que sean conscientes de los deseos de la otra parte. Una mirada amable, significa que se pueden solucionar los problemas juntos
Lamentablemente, lo desechable prima en nuestra cultura y sociedad. Hoy lo que no sirve (aunque sea temporalmente), no se arregla, ni se busca una reparación... tan sólo se cambia por uno nuevo. Pero en definitiva, la tendencia es al menor esfuerzo, a no dar la batalla, sino a evitarla y huir...
Quién no ama para siempre a sus hijos, a sus padres y hermanos, a los amigos que cuidaron de nosotros cuando más lo necesitamos. Incluso seguimos amando a las personas después de que fallezcan, siguen en nuestros corazones y no terminamos de amarles nunca. Viajan con nosotros haya donde vayamos y siguen siendo eternos.
No tomaría a la ligera el amor. No lo haría porque el amor es ante todo misterio y magia. No debería tener respuesta y, sin embargo, la tengo: Si existe la eternidad, existe el amor eterno.

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